Es un procedimiento que se basa en extraer tejido del cuello uterino para observar si hay alguna lesión precancerosa o cáncer de cuello uterino. Esta biopsia se puede realizar de diferentes maneras: puede tomar una muestra de tejido y analizarlo, se puede utilizar para extraer todo el tejido anormal o se puede utilizar para tratar las células que pueden terminar siendo cáncer. Existen diferentes tipos de biopsia de cuello uterino: biopsia de perforación, biopsia cónica y legrado endocervical (LEC).
En la biopsia de cuello uterino, la parte estrecha inferior de la matriz, se extraen tejidos para analizarlos clínicamente bajo un microscopio y ver si hay signos precancerígenos o cancerígenos. Al momento en que un examen de Papanicolau se vincula a resultados anormales de bajo o alto grado, allí se continúa con la toma de esta biopsia por medio de una pinza. Se puede corroborar, por ejemplo, si la paciente está albergando el virus del papiloma humano (VPH) o si presenta metaplasias, las cuales no requieren a veces de un tratamiento específico. Esta biopsia es el segundo paso a la investigación del Papanicolau o la colposcopia.
Los tipos de biopsia de cuello uterino varían dependiendo del tamaño de la muestra a extraer: (i) La biopsia simple o de sacabocados retira un trozo de tejido de la parte superficial marcada anteriormente con el lugol, una solución que ayudará al ginecólogo a identificar el sector anormal o dañado; (ii) La biopsia cónica se centra en sacar una porción más significativa del tejido, en forma de cono. También se le conoce como biopsia de escisión del cuello; (iii) Para aplicar la biopsia endocervical o legrado endocervical, el ginecólogo usa una cureta, instrumento quirúrgico que sirve en el raspado del canal endocervical, la parte interna del cuello uterino que conecta el útero con la vagina. A esta prueba se le suele llamar curetaje endocervical o raspado endocervical.
Aunque el proceso puede variar dependiendo de la clínica, le explicaremos el paso a paso de una biopsia de cuello uterino. Aparte de solicitarle que vacíe su vejiga, se le pedirá que se recueste en una camilla y se desvista de la cintura para abajo. Va a acostarse en posición ginecológica, con las piernas abiertas y apostadas sobre dos almohadillas para su mayor comodidad. Con el espéculo, instrumento médico para dilatar la vagina, el ginecólogo facilitará la exploración hasta llegar al área que desea analizar. Sin introducirlo, en la abertura principal de la vagina, el especialista colocará la lente principal del colposcopio, un tipo de microscopio con fuente de luz blanca, que aumentará la visión de los tejidos. Lo siguiente será empapar el cuello del útero con ácido acético, una solución que tiñe de blanco a los tejidos con células anormales dentro de la cavidad femenina.
El pedacito de útero afectado se retirará con pinzas. Si se remueve tejido de la parte interna del útero, se utilizará la cureta, la cual puede causar un dolor parecido al cólico. Con el objetivo de detener el posible sangrado de la parte cortada, el ginecólogo aplicará un medicamento tópico o sugeriría colocar puntos.
El tejido obtenido se llevará al laboratorio y se examinará hasta identificar todas sus características. No olvide ir acompañada de algún familiar, pues las mujeres necesitan recuperar energías luego del proceso. Pese a que algunas veces tienen la capacidad de retirarse solas al hogar, recomendamos no tomar riesgos, solicitar apoyo e ir a descansar. Antes de irse, se le tomará la presión y se medirán sus pulsos cardiacos.
Solo tome los medicamentos que el ginecólogo le recete. NO se automedique. La automedicación con analgésicos fuera del mapeo del médico puede originar hemorragias. Ya en casa, aliméntese con lo que está acostumbrada a consumir, a menos que la doctora o el doctor le prohíba la ingesta de algo en particular.
El cáncer de cuello uterino se caracteriza porque las células de esa zona se reproducen sin control. Con frecuencia, este padecimiento empieza a aparecer en mujeres mayores de 30 años, frecuentemente, en quienes albergan en su cuerpo el virus del papiloma humano por mucho tiempo. Si bien este cáncer causa sangrados anormales en sus etapas más avanzadas, en el estadio inicial no suele advertir síntomas, por lo que las féminas deben apoyarse en la ginecología para examinarse y determinar el porcentaje de mortalidad.
Aparte de los riesgos de tener 30 años de edad o más, se suman factores como el tabaquismo, el inicio de relaciones sexuales tempranas, uso de anticonceptivos orales, promiscuidad e inmunosupresión (disminución de respuestas inmunológicas del organismo por múltiples causas).
Según el Minsa, en su boletín epidemiológico volumen 32 (del 19 al 25 de febrero de 2023), el cáncer de cuello uterino y el cáncer de mama lideran la estructura de la incidencia de casos de cáncer en los hospitales. Le siguen los cánceres colorrectales, de estómago, de tiroides, de ovario y de pulmón. Solo en Lima se concentra el 22,3% de casos. Si bien el 82% de ellos son detectados con métodos microscópicos, preocupa que la mayoría se identifique en etapas avanzadas.
En adición, una biopsia de cuello uterino ayuda a tratar pólipos en el útero, es decir, tumores normalmente benignos que varían de tamaño. Los signos de la aparición de pólipos son sangrados recurrentes anormales e infertilidad. La extracción de estas formaciones podría recuperar la fertilidad, aunque no es del todo seguro.
En segundo lugar, la biopsia de este tipo estudia las verrugas genitales como consecuencia del virus del papiloma humano, que se relaciona con el cáncer de cuello uterino. Estas formaciones se contagian mediante transmisión sexual en el contacto de piel con piel. Surgen como carnosidades sobresalientes similares a la coliflor, planas o puntiagudas, y proliferan solas o en grupos. Para evitarlas, se recomienda lavarse los genitales después del coito, usar condones, tener solo un compañero o compañera sexual y acudir al médico a efectuarse un chequeo si se tienen sospechas de haberse contagiado.
Por último, se evalúa la exposición al dietilestilbestrol (DES) durante el embarazo, una forma sintética de la hormona estrógeno. Las personas cuyas madres consumieron esa hormona tienen riesgo de abortos espontáneos y embarazos ectópicos; incluso la revista científica New England Journal of Medicine publicó en 2011 que, hasta los 45 años de edad, había problemas de infertilidad en el 33% de mujeres pertenecientes a este universo.
El estar en pleno periodo de menstruación ocasiona que el médico tenga problemas al momento de dar un diagnóstico preciso. De igual forma sucede con las inflamaciones agudas del cuello del útero y la enfermedad inflamatoria pélvica.
Aunque someterse a una biopsia conlleva a algunos riesgos, estos no deberían representar problemas mayores en gran parte de los casos. Algunas veces se puede presentar sangrado, flujo vaginal o dolor en la parte baja del abdomen. También podría sufrir de fiebre o escalofríos. Antes de ir al ginecólogo, la paciente informa si es alérgica al yodo o al látex, si está embarazada o si ha consumido algún medicamento. Es importante ser sincera con el especialista, ya que así se evadirán complicaciones y se brindará una mejor atención. Separa una cita en nuestro centro médico y consulta precios y la disponibilidad de los mejores ginecólogos y ginecólogas de Lima. Haremos que los años de experiencia se reflejen en una atención de calidad.
Si la biopsia vendrá acompañada de anestesia, se le pedirá ayuno desde antes de la medianoche de ese día. Suspenda el uso de tampones, medicamentos contraindicados o duchas vaginales a 24 horas del examen. Asimismo, se recomienda no tener relaciones sexuales en ese mismo periodo. En caso de que sea muy nerviosa, el ginecólogo le puede recetar algún medicamento que le ayude a superar ese impase. No olvide que cada indicación del especialista debe ser seguida, no ignore nunca las solicitudes del experto. Él o ella solo quieren lo mejor para usted y que el diagnóstico sea lo más certero posible.
No todos los cuerpos responden a la misma clase de tratamiento. Además, dependerá mucho de la fase en la que esté el cáncer. Los procesos de curación a lo largo de la enfermedad varían entre quimioterapias, radioterapias y cirugías.
En su recuperación, es normal que se sienta cansada y sin muchas ganas de hacer sus actividades diarias, sin embargo, esa sensación menguará con el pasar de los días.
Generalmente, la biopsia de cuello uterino dura entre 15 y 30 minutos. Esto cambia si se toma en cuenta la zona del útero a examinar. Separa una cita con nuestros mejores ginecólogos y ginecólogas en Lima y revisa tu cuerpo para que podamos comunicarte todo respecto a él.
Si el estado de inmunidad del huésped es correcto, el cáncer comenzará a desarrollarse a los 10 años de la primera infección por virus del papiloma humano.
La recuperación puede tardar 3 días en este aspecto. No obstante, si el examen fue muy riguroso, su médico le informará a partir de qué fecha podrá retomar su vida sexual.
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